El poder de los mantras reside en la vibración que producen, que consigue sintonizar cuerpo, mente y espíritu. Estas vibraciones, la propia pronunciación del sánscrito y el ritmo y repetición producen numerosos beneficios a nivel físico y mental, al ralentizar el sistema nervioso y calmar la mente.
Cuando cantas o recitas un mantra, no hay espacio para los pensamientos negativos o repetitivos. Y al liberarnos de ellos, se reduce el estrés, recuperando energía y llevándonos a estados superiores de consciencia.
(Om, paz, paz, paz),
primero para desearte paz a ti mismo, después al grupo de personas que te rodean o al espacio, y por último a todos los seres.
Om es el mantra universal y primer sonido del universo para la cultura Hinduista, Budista y Zen.